Ni la Pedrea

A pesar del título de la anterior entrada (Llega el Primer Gordo), después de ver el partidico que se pegaron algunos dentro y fuera del campo, o mejor dicho del terreno de juego da que pensar que comprando casi todos los boletos no son capaces de tocarle ni la pedrea. Mas bien un "pedrá" a más de uno había que darle.

Para empezar con la comparación de Raúl con Cristiano Ronaldo, y la consiguiente confirmación en el once titular. Ante las bajas, Pellegrini decidió dar salida a Diarrá (Mamadú) para acompañar a Xabi Alonso, y en realidad fue de los pocos aciertos que tuvo el chileno. Entre los destacados habría que situar sobretodo a Casillas, ya que volvió por sus fueros de este esplendoroso último lustro de victorias y zarandajas, en los que se ha convertido el Madrid.

Pero me centro en el entrenador cuyas decisiones son las que hace que un equipo funcione correcta o incorrectamente, porque funcionar funciona. Para empezar por situar a Raúl como titular en un partido que se puede declarar como importante para dejar bien claro, quienes son los que aspiran al campeonato. También por disponer de Guti en un partido en el que prima de manera especial el físico por delante de lo técnico.

Con esas dos figuras emblemáticas del madridismo, casi todos ya sabíamos lo que nos esperaba en Sevilla. Aguantar el tirón y esperar que la falta de Cristiano Ronaldo no se note y Kaká tenga una inspiración divina o mesiánica. Pues ni lo uno ni lo otro, Kaká sí que necesita de una rotación, por lo menos tendrá quince días para recuperar el tono físico.

Sigamos con Pellegrini, todos sabemos la diferencia de juego entre las parejas Benzema-Raúl y Benzema-Higuaín, pues bien el míster prefirió la de toda la vida Higuaín-Raúl. Así que se gastan unos 300 millones de euros y tenemos que recurrir a un "quasiex-futbolista" unido a un chaval joven, y en la media con su "melliza" al lado para que resuelvan el partido.

Lleva el Madrid 5 años sin hacer nada en Champions, y las ligas sacándolas de chiripa, para que de nuevo "La Bella y la Bestia" nos resuelvan los problemas. No han podido hacerlo con 27 años, y el iluso de Pellegrini cree que lo van a hacer con 32 años. Lo que sí me dejó claro ayer, es que en los partidos importantes ya sabemos todos lo que va a suceder, no hace falta visitar a ninguna Aramís Fuster de turno para conocer el futuro. Más bien, habría que llamar a Iker Jiménez para que investigue el porqué o el cómo "un equipo de fútbol tropieza infinitas veces en la misma piedra".

Y todo eso sin hablar de los cambios. Quitar a Benzema por Higuaín (para casi toda la segunda parte), y en el último cuarto de hora Guti por Granero y Diarrá por Van der Vaart. Por lo menos es de reconocer que se equivocó en su alineación titular, ya que terminó el partido con los que debería haber empezado, exceptuando la aportación milagrosa de Raúl. Lo que me parece delictivo es que ni MARCA ni AS saquen en sus portadas la consecución de un récord de Raúl, eso es más que denunciable.

Al final a Pellegrini habrá que decirle Pelelegrini, porque lo está demostrando a pasos agigantados. A este paso si llega a Navidad le tendrán que regalar una cesta con su turrón del duro para que muerda algo. Siempre y cuando cumpla con lo que dicen desde arriba, al lado de Dios, desde la planta del "Ser Superior".

Y a Florentino decirle que se puede gastar el dinero del Madrid, pero si tiene intención de hacer que jueguen en condiciones tampoco puede desbaratar un equipo, porque al fin y al cabo quien hace ganar los partidos son los jugadores, y si de verdad quiere que vuelva la ilusión, se tiene que deshacer de los que provocan precisamente lo contrario.

Por otro lado, decir que el Barça se aburre por el partido planteado por el Almería. Encima querrá que los rivales le dejen respirar, lo que sí demostró el Almería fue una forma de frenarlos (no del todo porque se perdió) de una manera limpia a pesar de lo que diga el Sport. Porque quien se tuvo que ir a la caseta a limpiar el Nou Camp de JB's y cochinillos fue Puyol por la entrada escalofriante a Piatti por detrás y sin balón.